Eurabia, o los nuevos Protocolos de los Sabios de Sión
La nueva teoría conspirativa que causa muerte y terror en Europa

Los últimos años del SXIX fueron el tiempo de gestación de revoluciones contra un orden injusto y autoritario en toda Europa. Las tensiones resultaban mas evidentes allí donde la situación económico-social era peor, y fue claramente el Imperio Ruso, el que tenia las estructuras mas conservadoras y la división social mas evidente, el primero en caer. La Policía Zarista había inventado un fraude, que todavía circula alrededor del mundo, y era presentado como prueba de
una conspiración de judíos y Francmasones para controlar ciertos sectores de la economía y la riqueza, mientras que esparciendo el terror se adueñaban del “poder real” mundial. La ultima novela de Umberto Eco, “El cementerio de Praga”, repasa brillantemente aquel libelo y cómo su modo de presentar los personajes se volvía creíble para las personas, prejuiciadas y asustadas, que tomaban conocimiento de él. La consecuencia fue la reproducción masiva de Los Protocolos, utilizada por muchos más que el inicial sistema zarista en la represión de las revoluciones de 1905
y de 1917, también contra aquella de los Espartaquistas en la que se agrego el miedo al Comunismo, siendo éste identificado con los judíos. Y no fue por supuesto un rol menor, el que jugaron los Protocolos tanto en el Holocausto como en todo movimiento anti judío alrededor del mundo. Tuvo poderosos seguidores, tales como Henry Ford o Joe Kennedy.

Hugo ESTRELLA

En esta época, cuando el Estado de Israel es una realidad y los judíos parte integral e integrada de la sociedad occidental contemporánea, otros miedos son explotados para mantener bajo control el creciente nivel de conflictividad al interior de nuestras sociedades, crecientemente
desiguales y autoritarias. Actualmente, la minoría mas visible en nuestras ciudades y generalmente la mas empobrecida aparte de los Rom, son las personas provenientes del Norte de África. Una teoría conspirativa, prácticamente equiparable a aquella descripta con anterioridad de Los Protocolos, ha sido responsable de crear un nuevo tipo de racismo al tiempo que se transforma en ideología dominante para las derechas en Europa y los EUA, nutriendo inclusive la
sanción de leyes racistas que desafortunadamente no han encontrado la oposición consistente, unificada y decidida de las organizaciones liberales, humanistas y de librepensadores.

Por años y años aquella teoría, que ve en cada inmigrante del Cercano Oriente y del Norte de África como una amenaza a nuestras libertades, ha sido adoptada por cristianos conservadores, políticos populistas de extrema derecha ( Neonazis en el Norte de Europa, Neofascistas en el Sur,
y Nacionalistas en Rusia), por la lobby judeo-cristiana pro-israelí y anti-palestina, así como por una miríada de blogueros que creen ver una confirmación de la renuncia europea a la Libertad abstracta, cada vez que la libertad individual resulta defendida en los hechos por las cortes nacionales o europeas (como en el caso de la prohibición de los crucifijos en los edificios escolares laicos).

Seria ingenuo afirmar que los islamistas no son una amenaza, como lo es cualquier religión militante decidida a ejercer influencia sobre las políticas del Estado. Así como los Estados Islamicos son liberticidas de la diversidad religiosa y sexual en nombre la “pureza”, en los EUA actualmente se usan versículos de la Biblia para entrenar a sus soldados en el uso de armas nucleares, por su lado el Tea Party promueve visiones bíblicas como parte de la política nacional; Suiza prohíbe la construcción de mezquitas en violación de la libertad religiosa, en tanto Italia,
España y los Países Bajos imponen crecientes restricciones en el otorgamiento de asilo. Estas políticas han llegado al punto de negociar aberrantes violaciones a la ley humanitaria, pagándole, por ejemplo, a la dictadura de Khadaffi a fin de hacer encarcelar, torturar y someter a esclavitud a aquellos inmigrantes cuyas embarcaciones fueran expulsadas de aguas jurisdiccionales europeas
- particularmente italianas y maltesas-. Además de todo esto se está llevando a cabo una especie
de limpieza étnica, que niega la nacionalidad “Jus Soli” a personas nacidas en países europeos, así como quitando derechos hereditarios a parejas compuestas por un europeo y un extranjero y aun entre personas pertenecientes países de la “vieja” y la “nueva” UE, etc., etc. Sin intención de banalizar el pasado, esas medidas son asimilables a un germen de las leyes raciales ítalogermanas, así como a las cuotas de ingreso establecidas por el Imperio Austro-húngaro en detrimento de los estudiantes judíos en escuelas y universidades.

Hugo ESTRELLA

La obsesión blanco-europea con la población musulmana va todavía mas allá, y su incapacidad de manejar la diversidad deja poco espacio para que las personas que llegan de países de mayoría musulmana puedan socializarse en integrarse, siendo en consecuencia forzados a vivir en guetos sociales en los que el autoritarismo y la dominación religiosa son consentidos en base a un superficial concepto de “multiculturalismo”. Las derechas expulsan mientras las pseudoprogresistas izquierdas construyen guetos mediante presunciones “culturalistas” que traicionan al más básico análisis marxista de las estructuras del poder y la distribución del poder al interior de cualquier sociedad.

De ese modo aquellos inmigrantes que llegan a Europa escapando del autoritarismo y de
intolerancia religiosa, se encuentran forzados a vivir en guetos de intolerancia religiosa y
autoritarismo al interno de las mismas sociedades liberales que se suponía debían ofrecerles igualdad, libertad y autonomía. El caso de la mujer al interior de aquellos grupos es un signo de la
incapacidad, o del desinterés de la mayoría de los gobiernos para manejar fenómenos de
diversidad e integración.

Bat Ye-or es el seudónimo de una militante sionista fanática, supremacista judía, escritora mediocre y pseudo-analista política, capaz de modificar los hechos a fin de hacerlos coherentes con sus tesis, lo mismo que hacen los negacionistas del Holocausto, y una vieja táctica de toda tesis conspirativa. Ella fue la primera en exponer la teoría y acuñar el termino Eurabia, que fue apoyado y promovido por una ya enferma y decrepita Oriana Fallacci en el 2004. La Sra. Giselle Littman, verdadero nombre de Bat Ye-or (esposa de David Littman, un viejo cooperante del Mossad), es representante del más conservador y sofisticado racismo militante de nuestro tiempo.

Camuflada bajo el paupérrimo concepto sociopolítico del “choque de civilizaciones”, que era coherente con la era de Bush Junior, ella y Fallacci tributaron justificación al estado de guerra permanente, la negación de la ocupación israelí y promovieron el rechazo absoluto a los acuerdos de Paz de Oslo. Littman ha nutrido una corriente de odio, discurso de odio y discriminación contra los inmigrantes en toda Europa. Su propósito original, que consistía en apoyar desde la cultura la creación de un eje conservador israelí-estadounidense en contra de las políticas de Derechos Humanos promovidas entonces por la Unión Europea, desató un revival de neo nacionalismo y de neofascismo, que claman por una nueva cruzada contra el Islam, contra los árabes, los turcos y toda gente diferente del estereotipo blanco germano Nord europeo. En síntesis es un personaje crucial en el renovado fascismo europeo y la supremacía blanca.

Yo que esto escribo, que soy islamófobo, así como cristianófobo, sentimiento que tengo hacia cualquier religión por ser en términos generales un supersticionófobo, no me mueve en absoluto la idea de defender las creencias islámicas, todo lo contrario. Propongo decididamente, y espero que los participantes de nuestro movimiento acordarán conmigo, una total y completa secularización de TODAS LAS SOCIEDADES. Creo que hay una inherente discriminación en considerar que la gente nacida en India debe ser hindú, quien en Marruecos musulmán o quien en América Latina será un católico romano… ¡que pobre visión de los seres humanos es esta! Yo promuevo una
absoluta y profunda libertad humana contra casos como los que la valiente feminista nacida en Irán, Azar Majedi, ha llamado “apartheid de genero”, un lugar común de todas las religiones, así como me opongo a todo tipo de visión dualista respecto de la Naturaleza y de la Humanidad.

Sin embargo, como laicista estoy aquí para hacer que libertad religiosa y de pensamiento sean parte del proyecto político. En consecuencia debo, primero, defender el derecho de la gente a creer en lo que quiera.

Segundo, tengo que distinguir al interior de la comunidad o la secta quien es capaz de entender lo que esa creencia supone y asegurar que los derechos de todos, comenzando por el de los niños en el uso de su razón, sean respetados.

Y tercero, como no creyente, debo desarrollar opciones, alternativas sociales, para aquellos que no quieren formar parte de una religión pero sienten la necesidad de un marco ético, el cual podemos desarrollar de acuerdo con la Naturaleza, con la historia y con nuestro lugar en la esfera de la evolución.

Establecer nuevas divisiones sociales, construir teorías conspirativas, así como bendecir guerras santas y crear sociedades con ciudadanos de segunda y tercera categoría es algo aborrecible, enfermo y la causa de nuevas violencias.

Nosotros como humanistas debemos reconocer nuestra deuda en la denuncia de la propaganda Neo fascista, de no afrontar la intolerancia y de permitir que conceptos racistas de una sociedad que teme ser invadida, se transformen en ideología dominante, creando monstruos que se sienten legitimados para tomar las armas y matar a aquellos que defienden las causas justas. Debemos abogar por profundizar la comprensión de nuestra humanidad así como por la integración de la diversidad en sociedades modernas basadas en la libertad.

Podemos y debemos distinguir. No todo árabe es un musulmán, no todo musulmán es un árabe y no todo inmigrante es un supremacista o cualquier otra cosa. Un inmigrante es una persona normal, que sufre al punto de dejar atrás su lugar de nacimiento, su idioma, familia y amigos, en búsqueda de dignidad, trabajo, educación, Paz y Libertad. ¿Somos incapaces, acaso, de ofrecer este mínimo que exigimos para nosotros mismos?

Por el hecho de ser activos en desmantelar teorías conspirativas, confrontando intolerancia e ignorancia, ofrecemos un gran servicio a la Humanidad. Eso es lo mejor que podemos hacer para honrar a las victimas del odio racista cristiano en este maravilloso país, el país de Friedjort Nansen y del Premio Nobel de la Paz. Actuando como propongo, será posible dar un sentido a la vida de todos esos niños y jóvenes, victimas de tan terrible tragedia que tal vez podríamos haber evitado de haber sido más firmes y coherentes en refutar todo tipo de proximidad con la Sra. Littman y sus seguidores.

Muchas gracias.