Señor Presidente,
Los librepensadores del mundo entero, que actúan en favor de la separación de los Estados y las religiones, defienden la plena libertad de conciencia de los individuos y reconocen a cada uno el derecho a creer, no creer o cambiar de creencia. Consideran que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es legítima para ejercer públicamente el culto que ella juzga conforme a sus opciones teológicas, siempre y cuando éste permanezca ajeno a la ley civil. En particular, no le niegan el derecho de practicar el bautismo por los muertos, en referencia a la primera carta de Pablo a los Corintios – […] ¿qué harían aquellos que se bautizan por los muertos? Si los muertos no resucitan, ¿por qué se bautizan en su lugar?» (1 Co 15, 29) – ni creer en la familia eterna forjada por el sacramento indestructible del matrimonio. Tampoco se oponen a que la sociedad Family Search International lleve a cabo sus trabajos.
Sin embargo, la apropiación por esta sociedad de la identidad de todas las personas fallecidas de las que es posible tomar conocimiento parece intolerable a la Asociación Internacional del Libre Pensamiento (AILP) ya que tiene como efecto reclutar a los ateos, los agnósticos, deístas, librepensadores o miembros de otras religiones que murieron en la caravana de los santos de los últimos días. Favorable por principio a la conservación de los registros civiles por autoridades públicas independientes de los cultos, el AILP combate todas las prácticas de esta naturaleza en todo el mundo, especialmente en Europa. Así, apoyó a Thomas Borès, sujeto contra su voluntad al impuesto de la Iglesia por la República Federal de Alemania sobre la base de una certificación de bautismo católico, aun cuando había repudiado esta religión. De igual modo, en Francia, numerosos ciudadanos que han abandonado la Iglesia romana impugnan a la Iglesia romana la posibilidad de conservar su identidad, incluso con la mención «ha negado su bautismo», en los registros de catolicidad donde fueron inscritos sin su consentimiento durante su minoría. En vista de la entrada en vigor a escala de la UE del Reglamento general sobre protección de datos, uno de ellos ha presentado recientemente un recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo para obtener el derecho a que su nombre sea eliminado del registro.
Por consiguiente, aunque representantes o instituciones públicas de Estados, aun separados de los cultos, hayan podido favorecer el acceso de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a los registros de estado civil archivados, tales para la República francesa, André Malraux en 1960, entonces ministro de Cultura, o más recientemente, en 2013, la Comisión nacional informática y libertades (CNIL), le pedimos que limite sus investigaciones a las personas que practican y han practicado su religión. Le informamos que la Federación Nacional del Libre Pensamiento (FNLP) francesa, miembro de la AILP, va a recurrir a la CNIL y al Ministerio de Cultura para pedirles que denuncien los acuerdos de 1960 y 2013.
Le ruego, señor presidente, que tenga la seguridad de nuestra consideración.
Christian EYSCHEN
trad REVERSO