A los asistentes al congreso de Oslo de la CILALP
En primer lugar saludar a todos aquellos con los que compartimos ideales y animarles a seguir con fuerza la lucha por la racionalidad y la libertad de conciencia, en otras palabras por la laicidad y el libre pensamiento.
Estamos viviendo un momento social y político azaroso, con una grave crisis económica y también una gravísima crisis moral.
En las cuestiones económicas todos vemos la proliferación de especuladores y falsos liberales con intereses muy concretos para aumentar los beneficios de pocos en detrimento de muchos. En el campo de las ideas también nos encontramos con especuladores y falsos liberales, como son las religiones y pretendidos progresismos que finalmente reconocen su incapacidad para enfrentarse a los manipuladores de las conciencias.
Resulta pues muy necesario este congreso para iniciar un camino hacia la recuperación de los valores republicanos de la Ilustración y de los ideales de principios del siglo pasado, debidamente actualizadas en el fondo y en la forma.
Hoy nos encontramos con una enseñanza profundamente tecnificada y falta del valor de la libertad de conciencia y del racionalismo, nuestros abuelos estarían terriblemente decepcionados del fracaso de sus ideales y de nuestra incapacidad no tan solo de reconducir la situación sino solo de denunciarla.
Las religiones, y especialmente las cristianas y la musulmana, están avanzando en la batalla de las ideas, los ilustrados se estremecerían a la vista de la campaña por conseguir que el creacionismo sea considerado tanto o más ciencia que el evolucionismo. El intento de inventar una alianza de civilizaciones para ahogar las voces del racionalismo mediante la negociación entre los autoritarismos se está gestando al mismo tiempo que una alianza de religiones llamada “diálogo interreligioso” para aislar y destruir el ateísmo el agnosticismo y la increencia, es decir el racionalismo y la libertad de conciencia.
Nosotros deseamos mantener una actitud abierta a todas las formas de pensar que, desde un proyecto progresista del futuro de la sociedad, deseen avanzar conjuntamente con los demás, desde la complicidad de saber que hay muchísimas más cosas que nos unen que ideas que nos separan.
Pese a estos planteamientos, que estamos seguros comparten muchos aquí, encontramos que aun estamos demasiado contaminados por dos problemas graves el individualismo y el protagonismo. Estamos divididos en organizaciones internacionales, que por su distinta génesis y proceso de creación, no han encontrado el camino de la unidad.
Nuestro parecer es que en el trabajo, más que en el debate de las ideas, se gestan las amistades y se traban las complicidades, así pues proponemos que iniciemos trabajos conjuntamente con independencia del modelo de organización en que estemos, siempre que compartamos los objetivos del trabajo. Será desde nuestra implantación e influencia en la sociedad como podremos promover un cambio de ideas, un cambio de objetivos sociales, sustituyendo el triunfo económico por la felicidad.
Para avanzar en estos objetivos proponemos, por ejemplo, la redacción de un estudio comparativo de las legislaciones penales nacionales e internacionales vinculadas a la libertad de conciencia, defensa y represión de la misma, tanto de los países en los que tenemos asociados como en los que por diversas circunstancias, fundamentalmente represión, no los tenemos. Las diversas instancias internacionales (UE, UN, etc.) deberían financiar tanto el trabajo de campo como la publicación en diversos idiomas. Esta comparación debería ilustrarse con textos clásicos y de la ilustración y de librepensadores de todas las épocas.
Un plazo razonable para llevar a cabo este trabajo debe fijarse en un año desde la consecución de la financiación, en el bien entendido que la mayoría de las colaboraciones deben ser desinteresadas y efectuadas por voluntarios. En un plazo no superior a dos meses proponer un director del proyecto y algunos colaboradores, relacionados con el derecho y otras ciencias sociales y del pensamiento.
Si esta experiencia, o cualquier otra que se apruebe en este congreso, sale bien podemos, más adelante, proponernos proyectos más ambiciosos.
Saludos cordiales