David Silverman
Portavoz AILP (EE.UU.)
Presidente, “American Atheists”

(Traducción de Bernardo Nicolás Unda) *

Señoras y señores, buenas tardes!

American Atheists ha estado luchando contra la religión organizada y su influencia sobre los no creyentes en los Estados Unidos desde 1963. Al entrar en nuestro aniversario número 50, se están observando grandes cambios en el panorama religioso y estoy muy contento de participar aquí hoy para ponerlos al día, mis estimados colegas, sobre la situación del libre pensamiento en los Estados Unidos.

Señoras y señores, la palabra del día es el progreso, porque estamos avanzando hacia nuestro objetivo que es hacer que el ateísmo sea aceptado y visto de forma normal en los Estados Unidos. Como ustedes saben, en Estados Unidos existe una separación de Iglesia y Estado que es sistemáticamente ignorada por nuestro gobierno y pueblo. La discriminación y el odio hacia los ateos están en todas partes. De hecho, las encuestas han demostrado repetidamente que los ateos son considerados los menos de confiar, los menos éticos, y los con menos probabilidad de ser elegidos. Durante décadas hemos sido denostados por nuestra honestidad, y satanizados por nuestros pensamientos.

Mis amigos, estoy feliz de estar aquí hoy para decirles que las cosas están cambiando, y que después de tanto tiempo, el movimiento ateo estadounidense está teniendo un efecto mensurablemente positivo. Nuevas encuestas indican que, por primera vez en la historia más de la mitad de la población votaría por un ateo para un cargo público. Eso es una gran noticia, pero no tanto como el hecho de que en el segmento de menores de 30 años, esa cifra sube a un 70 por ciento. De hecho, los jóvenes en los Estados Unidos están liderando el cambio, con casi el 30 por ciento declarando no tener religión y con un fanatismo drásticamente menor que sus contrapartes mayores.

Pero hay más. Como algunos de ustedes sabrán, acabamos de tener unas elecciones en Estados Unidos, no solamente presidenciales, sino también para el Congreso, el Senado, y muchas iniciativas estatales. Fue una elección muy importante, y nos fue bien. El adversario del presidente Obama, Mitt Romney, es mormón, y déjenme decirles que fue una alegría ver a la derecha religiosa tratar de mantenerse relevante en una elección que por primera vez en décadas no contaban con un cristiano al cual apoyar. Tenían que elegir entre no participar en las elecciones, dar apoyo a un cristiano demasiado liberal como lo es el presidente Obama, o apoyar a alguien que pertenece a una secta, definición dada por ellos. No hubo consenso, y como algunos eligieron una alternativa sobre otra, comenzó así una discusión dentro de la derecha cristiana, produciendo un quiebre. Damas y caballeros, era una visión hermosa.

Más allá de la elección presidencial, el pueblo de los EE.UU. eligió a un budista, un hindú, un bisexual, y aunque nuestro único político ateo perdió su intento de reelección, no fue el ser ateo la razón de esto. El matrimonio gay fue propuesto a votación en 4 estados, y en todos pasó con facilidad. Los opositores al aborto perdieron en elecciones clave, y las medidas sobre la muerte con dignidad vieron su mayor apoyo hasta la fecha.

En Florida se propuso una medida para cambiar la constitución estatal lo que permitiría específicamente que el estado pueda financiar las escuelas religiosas e iglesias. Se le llamó la Enmienda de Libertad Religiosa, y fue empujada duramente por la derecha religiosa para canalizar dinero a la religión. En respuesta a esta propuesta, American Atheists convocamos a una gran manifestación en Florida, que incluyó oradores y músicos que se opusieron a esta peligrosa y falsamente llamada legislación. Y en el día de las elecciones, la enmienda fracasó.

Sí, el consenso general es que Estados Unidos ha golpeado duramente a su derecha religiosa, y esto fue orquestado por los jóvenes y los demás que nos han escuchado.

Pero aún hay algo más que contarles. En 2002 American Atheists convoco a una reunión en Washington DC, donde se reunieron unos 2.500 ateos, lo que para entonces era la mayor reunión de ateos en la historia. En 2010, propuse un esfuerzo colectivo para superar esa cifra. “American Atheists”, junto con todas las otras grandes organizaciones ateas del país, formaron una entidad separada, creando “The Reason Rally”. Queríamos batir a los 2.500 de la primera marcha, y también vencer a los 4.000 ateos que estaban programados para asistir a la convención mundial atea en Melbourne que se avecinaba pronto. Más importante aún, queríamos enviar un mensaje al país diciendo que los ateos estaban aquí, y que dejaríamos de estar en silencio.

Cuando el pronóstico del tiempo era de lluvia y de truenos, nos dio miedo. Dos años de planificación estaban en peligro, y el clima tenía el poder para silenciar nuestro mensaje. Necesitábamos 2.500, queríamos 4.000, soñábamos con 10.000. Y, al final, en plena lluvia, 30.000 ateos inundaron Washington. Ellos trajeron sus paraguas, sus ponchos y sus sonrisas, y lo más importante, sus voces. Treinta mil ateos, la mayor reunión de ateos en la historia, multiplicado por 10. Un gran éxito. Pero hay más. Esta fue la primera vez que todas las organizaciones nacionales de más importancia en los Estados Unidos dejaron de lado sus diferencias y trabajaron para lograr una meta común. Demostramos a Estados Unidos, y a nosotros, que somos un movimiento unido y coordinado, el país y la prensa nos escucharon, los políticos nos oyeron, pero lo más importante es que otros ateos lo hicieron.

Damas y caballeros, estoy aquí hoy para dar un mensaje claro: el ateísmo en los Estados Unidos está funcionando. A nivel nacional, el ateísmo es cada vez más visible, tolerado y aceptado. El 20% de los estadounidenses no tienen religión, y los ateos es el segmento de más rápido crecimiento en todos los cincuenta estados. Está funcionando y el fanatismo está disminuyendo, tanto como la influencia religiosa en la política. Personas jóvenes y mayores están “saliendo del closet”, y encuentran amigos donde ellos pensaban que habían enemigos. Está funcionando. Podemos verlo. Podemos dimensionarlo, y no veo ninguna razón que pueda causar que esto se detenga o vaya hacia atrás. El activismo funciona. Así que a medida que avanzamos con el trabajo, cosa que debemos seguir haciendo, recuerden la era de George W. Bush, Jerry Falwell y Pat Robertson, luego piensen hasta qué punto Estados Unidos ha llegado y lo mucho que hemos cambiado gracias al activismo ateo.

Por supuesto, todavía tenemos un largo camino por recorrer, pero el cambio es evidente. El oscuro y largo túnel es cada vez más claro, y estamos progresando de una gran manera.

Gracias.

( * Traducción simultánea en el Congreso, realizada por el joven delegado del “Centro Cultural Valentín Letelier” de Chile)