3º Congreso AILP, Concepción, 9 de noviembre del 2013
Condorcet y la enseñanza pública
Jacques Lafouge (Francia)

Este documento está disponible también en formato PDF.


Cuando la Revolución francesa empieza en 1789 los franceses no sabían sin duda el cambio profundo que iban a dar a la sociedad. No querían más que reformar una realeza absoluta que había venido a ser obsoleta, un sistema fiscal injusto e impuestos pagados solamente por el pueblo, una corrupción habitual, lo que padecemos en Francia en la actualidad.

Era necesario cambiar y el cambio fue radical. Entre las numerosas reformas decididas pareció que la de la educación era de las más importantes para el nuevo régimen que estaba naciendo. Se estableció que como virtudes republicanas la Libertad y la Igualdad. Pero era necesario que los jóvenes gocen de estas a partir de la infancia.

Ya Jean Jacques Rousseau lo había escrito en su “Emile” pero se necesitaba un sistema estable y general que pueda aplicarse a toda la nación.

Dos teorías aparecieron:

La comunitaria de Rabaut Saint Etienne en la que la comunidad domina sobre la persona. Empieza al nacer y el desarrollo del individuo se admite solamente si contribuye a la armonía social.

La otra que acuerda antes de todo a la persona el uso de la razón para mirar a sí mismo y a la sociedad en la cual todos son libres e iguales. Esto era la opinión de Condorcet que no quería de la idea de Aristóteles según la cual el hombre y el niño pertenecen antes de todo a la Ciudad. Todo hombre se pertenece antes de todo a si mismo porque tiene una razón autónoma que la instrucción pública tiene que desarrollar.

Después de una carrera de matemático y de académico Condorcet en 1791 está elegido en la Asamblea Legislativa de la cual fue Secretario y luego fue diputado del departamento de l’Aisne en la Convención. Es durante este tiempo que escribió su obra sobre la Instrucción Pública: “ .Les Cinq Mémoires”. En esta obra analiza la naturaleza y el fundamento de la instrucción pública, y luego la de los niños, la de los adultos, de los oficios y de las ciencias. Si los cuatro últimos “Mémoires” están llenos de observaciones detalladas sobre la manera de enseñar, el primero define precisamente lo que debe ser la instrucción pública en una República.

En esto la primera frase de este “Mémoire” esta significativa: “La instrucción pública es un deber de la Sociedad con respecto a los Ciudadanos”.

Y de esto establece los principios:

Dar felicidad y libertad al pueblo:

“Que se haga que, en la Instrucción Pública abierta a los ciudadanos jóvenes, la filosofía domine la enseñanza de la política…una enseñanza que acostumbra a sentir el precio de la verdad, a estimar los que la descubren o que saben emplearla, es el único medio para velar por la felicidad y la libertad de un Pueblo.”

Dice también que:” En los gobiernos tiránicos se concibe una enseñanza que procure una obediencia ciega al poder establecido y vigile luego lo que se escribe y dice, de manera que los ciudadanos conozcan solamente lo que sus amos quieren que crean.”

Y añade: “Generalmente todo poder, cual que sea su naturaleza, cual que sea el que lo ejerce, cual que sea la manera de tomarlo, es naturalmente enemigo de las Luces. Algunas veces alagará los talentos cada vez que se rebajaran a ser los instrumentos de sus proyectos o de su vanidad. Pero cada hombre que se dedica a buscar la verdad y a decirla será siempre odioso al que posee la autoridad.”

Luchar contra la desigualdad social:

Dice que la desigualdad en la instrucción es una de las fuentes de la tiranía: “El hijo del pobre no será de la misma clase que la del rico, si ninguna institución pública no les aproxime con la instrucción…” de modo que la diversidad de los oficios no conduzca el pueblo a la estupidez.

En esto sigue la opinión del historiador inglés de la antigüedad, Gillies, que establece: “que la ambición de los ricos que querían alejar del gobierno a los ciudadanos pobres y tratarles como inferiores fue la verdadera causa de de la desaparición de la libertad; que las guerras civiles que dividieron las ciudades griegas fueron siempre un combate entre los ricos que querían el poder o conservarlo y una turba ignorante que quería ser libre y no sabía como hacer.

Situación que casi conocemos ahora.

El Estado no debe preocuparse de la religión:

El poder público no tiene derecho a mezclar la enseñanza de la moral a la de la religión. Debe: “preocuparse de la Instrucción y dejar a las familias la educación religiosa.”

Sobre el tema de la religión escribe: “ No puede existir una sola opinión religiosa y para cada opinión existen objeciones. Porque fundar sobre creencias inciertas deberes que son eternos e indiscutibles?…Cada hombre siendo libre en la elección de su religión, resulta absurdo que contribuya a la enseñanza de otra o pague los argumentos de los que quieren combatirle.”

Por fin la Instrucción no tiene derecho a enseñar opiniones como verdades. Por eso el poder público no puede establecer una doctrina que sea considerada como única.

Define en seguida las características principales de la Enseñanza Pública:

  • Es necesario preparar cada niño a la profesión que va a escoger según su capacidad y el tiempo del cual dispone.
  • Esta primera parte de la instrucción debe ser de 9 años, desde los 4 años hasta los 13 años, luego los otros grados de instrucción irán hasta los 21 años. “Se enseña en las escuelas primarias lo que necesita cada individuo para actuar por si mismo y para tener todos sus derechos.”
  • Se prevería educar cierto número de niños a expensas del público.
  • Los maestros serán pagados sobre el tesoro público, pero Condorcet no quiere confiar la enseñanza pública a cuerpos perpetuos que pueden llegar a la tiranía o a cómplices de esta.
  • Piensa en la formación continua. “Se reservaría los domingos para la formación de los obreros ya calificados y a los maestros. Se haría una recapitulación de los conocimientos ya adquiridos y se añadiría los nuevos conocimientos que necesitarían.
  • No rechaza las escuelas privadas porque pueden corregir los defectos y la imperfección de la instrucción pública y establecer una competencia entre los maestros. Recibirían una sanción nacional al mismo tiempo que son portadoras de desigualdad. No aceptamos ahora esta opinión.

Lo más novedoso de su proyecto concierne a las mujeres.

  • La instrucción debe ser igual entre hombres y mujeres.
  • La instrucción será para todos y todas puesto que las mujeres no pueden ser excluidas de la enseñanza.
  • La reunión de niños y niñas en una misma escuela procura una enseñanza más fácil, económica y favorece la emulación.
  • En vez de ser peligrosa es útil a las buenas costumbres.
  • No se debe establecer una separación que sería solamente para las clases ricas.
  • Seria peligroso conservar la desigualdad para las mujeres lo que impediría destruirla entre los hombres.
  • Las mujeres podrían cuidar a la educación de sus hijos y como tendrían igual instrucción que los hombres podrían mejor ayudarles.

Todo esto es nuevo en esta ésta época. Condorcet esta solo en indignarse que las mujeres sean consideradas como menores políticas. Nota que tienen el sentido político y cita como ejemplo las reinas Isabel de Inglaterra, María Teresa de Austria y Catarina de Rusia. Si las mujeres son dignas de reinar también son dignas de votar sino: “Hay una violación de la igualdad en la formación de las leyes.

Al cabo de este análisis rápida que se puede opinar sobre todo esto?

Lo que dice Condorcet sobre la escuela se fundamenta sobre un pensamiento político.

La República como un régimen respetuoso de los Derechos del Hombre ejerce una influencia sobre la idea de la escuela pública. Entonces esta institución trabaja para el perfeccionamiento de la humanidad. Capacita a republicanos ilustrados y hace posible la creencia de los ciudadanos en el sistema republicano, al mismo tiempo que les enseña a juzgar las leyes y a respectarlas haciendo uso de si libre albedrío. La potencia pública debe desarrollar la Instrucción Pública para que cada uno pueda venir ser el que cuida de su propia educación y sea así un ciudadano responsable.

Entonces la República enseña al pueblo. El saber emancipa porque la escuela es un órgano de la libertad: no se cree más bajo palabra.

La escuela tendrá una triple meta:

  • Aprendizaje de los conocimientos elementales de la historia general de la razón humana.
  • Aprendizaje de la soberanía ilustrada y de los derechos humanos con la instrucción cívica.
  • Aprendizaje de la pertenencia a la humanidad: cada derecho correspondiendo a un deber.

Por eso se tiene que hablar a la imaginación del niño y dejarle la libertad, excluyendo toda enseñanza religiosa e influencia profesional. Esto quiere decir que se aproximará del saber sin buscar una utilidad inmediata. Se tendrá que escapar a la esclavitud intelectual.

Cada pueblo tiene que ser instruido porque: “Basta que un ciudadano solamente sea desatendido y todo el cuerpo de la nación será oprimido”. De esta manera cada uno podrá ejercer una crítica ilustrada de la democracia, testimonio de la soberanía popular.

Condorcet, lector de Adam Smith, piensa como el, que si la instrucción pública no resulta universal la división del trabajo aumentará la desigualdad en la sociedad mientras que la República proclama la igualdad entre los hombres. He aquí hay la presciencia de la alienación por el trabajo.

Ferdinand Buisson, en su diccionario de pedagogía de 1911, escribe: “La Revolución francesa ha rechazado la idea de una educación nacional como lo entendían los antiguos; lo que ha querido hacer es una Instrucción Pública.”

No hay duda que ahora cuando una imaginación desbocada busca nuevos términos: educación nacional, sistema educativo, escuela, educación social y otros, debemos mantener las palabras Instrucción Pública porque todas las otras palabras hacen caso omiso de la palabra “Pública” lo que abre la puerta y justifica la aceptación de la escuela privada y la mayoría de las veces confesional.

Lo que quería Condorcet es un ciudadano libre sin opresión religiosa o económica en un mundo de iguales lo que solo la escuela de la República puede realizar.

Hoy estamos lejos de esto.

Hoy estamos lejos de esto.


Jacques Lafouge

Fundador y Director de la AILP en Oslo 2011.
Abogado y escritor francés.
Vicepresidente de la Federación Nacional del Libre Pensamiento de Francia (FNLP).
Experto en asuntos latinoamericanos.

Categories: Eventos